Equidad de Género en el aula.
Revisando los antecedentes históricos de la equidad de
género encontramos que el término de género aparece por los años sesenta, de las
investigaciones médicas conducidas por Robert Stoller concluyo que la identidad
sexual de los hombres y mujeres no es resultado directo del sexo biológico,
sino de las pautas de socialización y representación cultural sobre lo que
significa ser mujer u hombre en un determinado contexto social. Entonces el género
se puede entender como el proceso social y cultural que da sentido y
significado a la diferencias entre mujeres y hombres.
Vemos que a lo largo de la historia, se pueden
precisar varias desigualdades que la mujer ha tenido respecto al hombre, la
discriminación racial, la discriminación por el sexo, la desigualdad de
oportunidad en el trabajo, la política, la familia, la sexualidad, la
estructura religiosa, la educación, y demás aspectos de la vida diaria.
Uno de los momentos más relevantes con la toma de
conciencia de las mujeres tuvo lugar en 1791 con la declaración de los
derechos de la mujer que no paso de ser una declaración más, la mujer siempre
quedo excluida.
Vemos como la
equidad de género abarca todos los estratos sociales, la escuela no escapa a
ello a pesar de la idea que se tenía sobre que era una de los espacios más
democráticos y de aprendizajes equitativos, estudios recientes revelan que no
es así, y que se han encontrado hallazgos significativos en dos temáticas el
análisis del currículo en cuanto a su contenido, y el análisis de las prácticas
en el aula en cuanto al posible tratamiento desigual dado a alumnos y alumnas.
El fenómeno de equidad de género en el aula es real
desde el momento que los docentes generamos expectativas del desempeño de los
estudiantes, cuántas veces hemos discriminado a estudiantes por sus malos
resultados, en las relaciones que se desarrollan entre los estudiantes, en las
relaciones de cómo el docente corrige y enseña los valores humanos a las y los
estudiantes.
Considero que el docente debe fomentar la igualdad y
equidad en el aula de clase y fuera de ella al tratar a los estudiantes sin
distinción, de raza, sexo, género, condición social, ya que tienen diferentes
estilos de aprendizaje, se debe romper con los paradigmas existentes dentro de
una sociedad discriminante.
Finalmente vemos que la escuela es un lugar donde los
estudiantes pasan buena parte de su vida, desde su niñez hasta su pre-adultez
recibiendo su formación profesional, social, y cultural. Esto nos debe hacer pensar
en el desafío que se presenta a las autoridades educativas de trabajar por
generar políticas educativas que promuevan una verdadera educación con equidad,
como docentes crear las bases para una igualdad de oportunidades y propiciar un
ambiente de equidad para hombres y mujeres y así ir formando una sociedad más
justa, integra, donde hombres y mujeres tengan los mismos derechos.
José Mauricio Rivera Mejía
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